El reciente estreno de Netflix ha hecho que toda la industria digital reflexione sobre la manera qué operamos,. Y nosotros no estamos excluidos de ello.
“El dilema de las redes sociales” aborda desde el uso de la IA diferentes aristas negativas que se ven como consecuencia en el comportamiento de la sociedad, en la relación entre seres y cómo nos desenvolvemos a diario.
Desde nuestra vereda como Wolf Digital, analizamos los puntos que nos competen: las plataformas que ponen a disposición Google, las distintas RR.SS., YouTube y Spotify para anuncios publicitarios.
A lo largo de nuestro camino, hemos acercado a cientos de PYME a su público, el cual sin este puente de conexión, habría sido mucho lento y difícil de concretar. ¿Por qué? Las pequeñas y medianas empresas no cuentan con el presupuesto de marcas gigantes para poder cubrir ciudades con publicidad offline. No cuentan siempre con el ppto para poder estar en góndolas destacadas de supermercados y multitiendas. A veces tampoco cuentan con el conocimiento comercial para avanzar en el posicionamiento de su marca con acciones de BTL.
El Marketing Digital les ha entregado a ellos la opción de surgir y crecer centrándose en lo que ellos mejor hacen: sus productos y servicios. Mientras nosotros nos encargamos de generar el flujo de potenciales clientes.
Sin embargo, no podemos ser ciegos ante el inminente poder que la tecnología ha adquirido y continúa haciendo en este mismo segundo.
Al ser usuario de nuestro propio servicio, tenemos la ventaja de conocer los contra de la publicidad invasiva. A nadie le gusta buscar X producto en la web y luego verlo día por medio durante al menos 90 días en el banner de publicidad dispuesto en cada página que visitamos en internet, sin mencionar las RR.SS.
Para nosotros desde la vereda de Wolf Digital, nos parece positivo que tanto la sociedad como nuestros clientes, puedan educarse sobre las consecuencias a largo plazo que conlleva el consumo de las plataformas digitales. Nos hace exigirnos ser aún más responsables en el comportamiento que tienen las marcas que manejamos en la web.
Finalmente todo se trata de ser respetuoso con los usuarios.
Aquí un ejemplo: el lunes nos llaman de X compañía móvil para portarnos. Amablemente respondemos que no tenemos interés. El miércoles recibimos de nuevo una llamada, donde pedimos que por favor no nos llamen más. Increíblemente el jueves nuevamente una llamada. Ya no contestamos, y de paso, nuestra imagen hacia la compañía se torna negativa, pues nos sentimos acosados.
En Internet pasa lo mismo, pero al no tener un contacto directo tangible, nuestro cerebro no lo asimila como negativo, más bien como: “ok, si estos zapatos me aparecen en cada momento, creo que es una señal, debo comprarlos”. Acto seguido, recibo el correo de confirmación de la compra. Bingo.
Podemos generar un recordamiento de marca y producto, sin embargo, de una manera respetuosa, no actuando invasivamente en el espacio digital de los usuarios, en otras palabras, nuestro propio espacio.
Somos parte de la cultura del respeto económico. Sabemos y somos conscientes de las ilimitadas capacidades que nos prestan las herramientas tecnológicas, y es por esto que está en nuestras manos educar a nuestros clientes para que sus campañas ya sea en Google, RR.SS., o en Youtube se den a conocer dentro de su público objetivo, no obstante que no se tornen un acoso ni invasión en el espacio de éstos.
La tarea de las agencias de marketing digital no está solamente en entregar números positivos a nuestros clientes (sé que es el objetivo principal), sino bien asesorar a las marcas que confían en nosotros, para poder participar de manera consciente en un mundo tecnológico que de un minuto a otro, puede tornarse en nuestra contra.
Andrés Ignacio López – Felipe Davidson
Socios Wolf Digital